Estamos entrando en una nueva era como humanidad en donde ya no nos podemos permitir (aunque quisiéramos) quedarnos tan pacíficamente arraigados a las costumbres sociales familiares, vocacionales y financieras que nos enseñaron, el mundo está cambiando y hoy más que nunca nos está quedando claro ¿verdad?
Las inquietudes de las nuevas generaciones están logrando ese cambio pues ya no comparten las antiguas formas de vida de nuestros abuelos ya no buscan el estándar de vida socialmente aceptado y predeterminado ahora están creando su camino con herramientas (algunas) relativamente nuevas y con ello están cambiando el rumbo de su historia, sin embargo hay quienes todavía están en el medio de esta brecha generacional más concreto hay quienes están entre el querer pero no saber cómo llevar a cabo esa transformación en su vida a un escenario más pleno y consiente que signifique despojarse de la palabra sacrificio de su vida, es por eso que la respuesta al cómo lo pueden lograr no es más que tener muy clara cuál es su MISIÓN de vida y tomarla de la mano a emprender un nuevo camino y en muchos casos despojarse del que creían conocido y seguro.
Descubre tu MISIÓN de vida a través de hacer una profunda introspección en la que empezaremos a descubrir cada uno de los indicios que están “ocultos” dentro de la anatomía de tu SER para que antes de dar tu primer paso hacia encontrar tu propósito tengas bien claro de qué trata el piso donde has estado parado y sientas completa certeza sobre cómo ha sido el escenario a través del cual has estado haciendo tu MISIÓN aunque sea de manera inconsciente.
En las 44 lecciones que conforman el programa encontrarás un método diseñado y estructurado de manera fácil, práctica y concreta que te lleva de la mano a través de preguntas de alta alquimia a conectar con tu MISIÓN de vida.
¡Crea tu propia realidad a tu gusto y jamás te permitas depender de la voluntad de otros en cualquier área de tu vida!
En la MISIÓN cuentas con todo un año de acceso a la plataforma del programa y a todas sus actualizaciones!…
…¡Pero espera te tengo algo más!
Tu misión no se trata de casarte con una actividad o profesión pues es tan profundo y grande lo que tienes por hacer en este planeta que las formas y posibilidades son tan bastas como le des rienda suelta a tu imaginación.
Así que tú puedes estar plenamente consciente de tu MISIÓN y sentirte más fuerte ante los miedos que intentaban detenerte y justo es así como yo misma me recuerdo “a un paso de” y es que había un ingrediente que le faltaba a mi “receta” de misión de vida consciente EL VALOR y conste que no se trataba de tener el valor y aventarme al vacío pisoteando mis miedos porque sin un poco de análisis eso se hubiera convertido en imprudencia (como anteriormente era mi costumbre) que no tiene nada que ver con un sólido VALOR digno de los héroes verdaderos...
¿Que tienen los héroes verdaderos? ¿De qué están hechos esos personajes tanto los reales como los imaginarios que tanto admiramos? ¿Qué podemos aprender de ellos que convierta nuestro propósito en una MISIÓN épica digna de contar? ¿Qué es lo que alimenta el valor de su corazón?
Debe haber una fórmula que podamos entender ¿cierto? Y en este bonus de regalo que hice para ti te comparto una última herramienta que hizo la diferencia en mi vida y le dio ese “empujoncito sólido” que le faltaba para tomar de la mano mi MISIÓN y no pude tener mejor maestro que el valeroso HARRY POTTER, este célebre personaje de la literatura juvenil/ fantástica que logró “encantar” hasta el más longevo de los hogares y a toda una (o varias generaciones) que al día de hoy siguen aventurándose una y otra vez en su mágico mundo reviviendo sus hazañas y en especial reafirmando tremendas y sabias lecciones de vida (que en lo personal aún llevo varias en el bolsillo) y es que justamente una de ellas es el tema de nuestro bonus EL VALOR así que como miembro distinguido de la honorable casa de Gryffindor estamos seguros de que no hay nadie más capaz para revelarnos la fórmula mágica y los ingredientes que la componen para lograr una correcta “poción de valentía” que no nada más nos servirá para nuestro tema principal LA MISIÓN si no para toda la vida…
Cosmetóloga de profesión terapeuta por elección y Maestra Espiritual por MISIÓN, LA LIBERTAD es el faro de luz que guía mi vida, la voz de mi SER y la columna vertebral de mi propósito. Experta en el método Demartini o Proceso Cuántico del Colapso, Bioneuroemoción y Biodescodificación.
Y si, lo acepto en algún momento se me hizo obsesión encontrar cuál era mi propósito en esta vida, encontrar el sentido, la razón o al menos el mero chiste de esta vida, busqué y busqué y de momento no encontré (o eso creí) busqué en métodos, en cursos, en talleres, en libros, en maestros, en guías espirituales, buscaba hasta en el cielo cada vez que me acostaba en algún parque a descansar mi espalda mientras le trataba de encontrar formas a las nubes o cuando ya se me hacía tarde e intentaba contar las estrellas (es que siempre perdía la cuenta!) pues constantemente me distraía pensando ¿cómo? ¿Cuándo? ¿Quién? Sería la persona que me dijera si el camino que hasta ese momento estaba llevando era el “bueno” si ese negocio que pensaba poner era el correcto.
Como en su momento no encontraba el ancla, la contestación o el click a mis dudas existenciales compartir por compartir lo mismo que todos me parecía de tremenda webaaaa!! No señor… mis valores son otros, esa no era mi voz, no era mi tono, no eran mis palabras, no llevaba una pizca de mi esencia, no era la forma en que me gustaría y mucho menos mi propósito detrás de… ahí no había fuego, no había pasión, no había inspiración eso no invitaba a los demás a una auténtica y profunda transformación como la que yo pasé y que por cierto tuvo tremendo motivo: el sentirme PRISIONERA en muchos aspectos de mi vida (vocacional, financiero, familiar, físico y claro espiritual) temas que me ahogaban, me asfixiaban y hacían pensar constantemente en ponerle punto final a mi vida, ahora lo recuerdo y digo cuánta energía y creatividad estaba desperdiciando tan solo pensando y maquinando cuál sería la forma más efectiva y no tan dolorosa de matarme… definitivamente tanta energía mental estaba abismalmente mal enfocada y claro, tal como lo dicta la ley de correspondencia (como es arriba es abajo, como es afuera es adentro) todo ese caos interno que tenía le daba vida a mi caos externo… yo creaba mis propios demonios yo los alimentaba y “nutria” día con día, era yo y solo yo quien vivía y revivía una y otra vez las “torturas” de mis infiernos pasados (familiares, amorosos, económicos, sociales, existenciales) por lo tanto todo esto me trajo varias consecuencias para empezar físicas pues si no estaba enferma (esclava de una pastilla) estaba deprimida (esclava de mi mente) dudaba de mi misma desconfiaba de mis dones y habilidades y compraba las ideas, sueños y metas ajenas pensando que las mías no eran tan atractivas, poderosas y útiles para la sociedad como los de otros (esclava de juicios y creencias caducas) y así es como varios años intenté llevar mi vida (mejor dicho arrastrarla) hacia una dirección que en apariencia resultaba lógica, inteligente y con altas probabilidades de generar prosperidad, pero la realidad es que en cada paso que daba hacía esa dirección la vida, Dios, el universo (como sea que lo quieras llamar) se encargaba de hacerme saber una y otra vez con un sutil pero a la vez doloroso “por ahí no es” cuál era en realidad mi propósito divino…
Si la carrera que había elegido estaba bien o quizá es que me dejé llevar por un impulso o si las constantes propuestas de “business” que me llegaban serían las que me encumbrarían… en fin las preguntas eran muchas pero la constante en el fondo de mi corazón siempre era una: encontrar o mínimo acertar! (Ave María dame puntería) ¿a qué vine a esta tierra? ¿Es el camino correcto? y si no lo era entonces que algo o alguien me hiciera saber la dirección no importaba el costo igual lo valía pues al final se trataba de mi vida y hasta ese momento estaba totalmente perdida…
Pero no crean que tanta pregunta y estudio fue en vano después de un tiempo ya sabía más o menos por dónde iba lo mío, sabía que mis temas eran de espiritualidad, desarrollo humano y origen de las enfermedades (este último alimentado por las propias que durante tanto tiempo padecí) sin embargo todavía sentía en mi interior “algo” que no hacía click y no me daba certeza de mi camino (¿por qué eres así Yadi…?) había aprendido o más bien recordando tanto, había profundizado sobre tantos temas, tenía tanta información acumulada pero no sabía exactamente qué hacer con todo eso, hablar de esto hablar de aquello, a veces era lindo, a veces interesante y a veces estresante! Tanto que en ocasiones prefería no decir nada, porque de nuevo, hablaba y hablaba y es cierto que a la gente le ayudaba en distintos aspectos de su vida, pero algo en mi no se conectaba y ahí estaba yo de nuevo traumada con la idea de que probablemente acabaría siendo una pseudo coach más de vida hablando de lo mismo que todos y compartiendo los mismos post y frases “conscientes” que nadan en internet… ¿neta eso era yo? Nací para ser una señal repetidora de los mismos temas? ¿Las mismas frases? Al final temas interesantísimos (para mi) ¿pero cuál es el sentido de hacerlo?!! ¿Cuál es la pastilla efervescente que me motiva? ¿Ayudar a la gente? ¿Pues si…? Al menos por el momento me ayudaban a mi y eso ya era bastante, pero honestamente yo no me sentía tan útil tan solo dando pláticas de moral, es decir, repitiendo y repitiendo lo que estaba aprendiendo en la teoría sin que ello conectara con las fibras más profundas de mi ser, entonces ¿cuál era la motivación real detrás de compartir mi interior con los demás? Y ¿qué era en realidad de lo que quería hablar mi alma? Aún no había respuesta, así que seguí buscando…
Todo lo que aprendí en su momento me ayudó a sanar de manera Interna y desde luego externa en todas las áreas de mi vida y en especial a recordar y atesorar mi verdadero YO pues tan solo con tener consciencia de mi anatomía energética y mi esencia divina sentía que había subido 20,000 escalones! pero lo cierto es que en aquél momento no me di cuenta de lo que hacía pues muy juiciosa la niña tratando de encontrar “respuestas en el afuera” “puntos de partida” “borrón y cuenta nueva de vida” “de aquí en adelante” cuando lo más loco fue al final darme cuenta de que cada una de la experiencias vividas tanto las más hermosas como las más trágicas habían sido tesoros tan necesarios, importantes y valiosos pues solo habían estado afinando cada una de mis herramientas de vida pues mi MISIÓN siempre estuvo ahí a cada paso que daba, en cada decisión de “bienvenidas” o “despedidas” que tomaba, en cada nueva dirección a la que acudía, con cada nueva persona que conocía, así que al final no tenía que buscar un “comienzo oficial” sino una continuidad consciente de mi MISIÓN pues la gran certeza que puso fin a mi obsesión de vida fue saber que incluso desde antes de nacer yo ya estaba haciendo mi MISIÓN olvídate del “de aquí en adelante” toda tu vida has hecho tu MISIÓN! Cuando tenías 3 años 7, 15, 23, 36, 44, 57, 88 (a ti qué número y vivencia se te viene a la cabeza?) bueno, pues ahí también estabas haciendo tu MISIÓN aunque sea de manera inconsciente y no ha habido día en que deje (y dejes) de hacerla…
El haber sentido durante tantos años estar “perdida con mi vida” fue justamente lo que me llevó a encontrar la respuesta certera que tanto necesitaba y fueron una serie de preguntas de alta alquimia las que trajeron orden al caos y me mostraron la luz cual flecha directa al centro de mi SER cuál es mi MISIÓN, pero bueno bueno yo ya te conté un poquito de mi camino y mi Misión (es que si le sigo nomás no acabamos… en la primaria me ponían aquel sello del loro que decía“¡platica mucho en clase!” Así que por ahora pasemos a otras cosas y es que me pregunto e imagino qué interesante será ahora descubrir tu propósito y MISIÓN de vida! Entonces:
El programa está disponible apenas lo adquieres y tienes acceso un año a todo el contenido y sus actualizaciones.